Hay lugares en el mundo que atraen indefectiblemente el interés de
conocer su historia, sus monumentos, la cultura, el arte y las tradiciones.
Seseña tranquila, ordenada y erudita, que invita a edificar y civilizar
desde el interior
Circunscrita frente a la
mesa de Ocaña se levanta altivo y desenfadado este municipio que, aunque
distante de la capital toledana no deja de estar dentro del límite que engloba
la comarca más septentrional en el curso del río Jarama que además es el río
que discurre por su término. Diseminada
por cuatro núcleos urbanos distintos, quizá más conocida mediáticamente que
visitada y disfrutada como se merece, preguntamos los últimos días por algunas
características sobre su construcción, sobre la edificación intentando acariciar de alguna manera las formas
predispuestas de calles, edificios, hogares y dependencias industriales.
Al parecer “El Quiñón” es uno de estos núcleos con un tipo de
construcción de zona residencial compuesta
por viviendas levantadas en altura de aproximadamente diez plantas y que están habitadas por familias jóvenes que han
apostado por el municipio para vivir y convivir. La distribución de su edificación es regular,
con amplias avenidas que van adquiriendo la disposición de un entorno urbano
como otro cualquiera, si bien aún quedan ideas y proyectos que desarrollar,
como en cualquier otro espacio nuevo que se precie.
Más próximo al este de la
nacional cuatro se encuentra otro núcleo poblacional, en este caso; “Vallegrande”
, que es una urbanización residencial de planta baja. Enclavada como balcón
frente a un valle, entre términos denominados “Pontón chico”, “Pontón grande”,
está construida en distintas alturas, pero en este caso referidas al plano
vertical, el de la orografía que la rodea predeterminada hacia el valle con
bancales artificiales.
Justo enfrente se abre
paso “Seseña Nuevo” o –Pueblo nuevo”, como aún es denominada por algunos habitantes del término. Paradójicamente es una zona antigua, lo es más que la mayoría del núcleo de –Seseña- pues esta última quedó devastada
en gran parte durante las contiendas de la guerra civil. Nos interesamos por la
distribución de sus calles y también de sus casas adelantando
algo perceptible incluso desde la misma nacional cuatro: la estructura de
algunas de sus viviendas. Al parecer el tipo de vivienda más antiguo está
protegido por “zonas devastadas” y todas guardan un mismo tipo de construcción,
pues se construyeron al terminar la mencionada guerra. No podemos olvidar que
es justo en esta localidad donde se encuentra el Albergue de Seseña mencionado
en los medios las últimas semanas por su
posible cierre. El Albergue es un espacio que a primera vista puede pasar
desapercibido por quienes transiten a su alrededor, pero que alberga (valga la
redundancia) una completa distribución de dependencias que posibilitarían, como
ya lo han hecho en otras ocasiones hospedería y hospitalidad a quien así lo
requiriera. Con patio interior central próximo a una emulación castellana, nos
cuentan que también cuenta con piscina. Históricamente fue, al parecer, una
granja escuela, pasó después a pertenecer a la –sección femenina- y por último
pasó a conformarse en lo que ha sido hasta hoy; un albergue.
Seseña, Sissus, Sisius, Sisenna es la parte del
municipio que cuenta con un recorrido artístico y cultural
más amplio. Sin entrar ahora en el contexto de idiosincrasia y
tradiciones y siguiendo con pinceladas breves sobre el diseño urbanístico, nos cuentan
que está flanqueada por chalets pareados que conforman un tipo de vivienda baja
con calles amplias en su gran mayoría y bien distribuidas en las distintas
urbanizaciones. El núcleo central es el
más antiguo. Sí destacar la “Casona” y la “Fuente Vieja” como parte inherente
al corazón de este pueblo y, cómo no; majestuosa construcción del siglo XIV, el
castillo de Puñoenrostro.
Hablamos también de los
polígonos industriales que se distribuyen en la periferia, unos más cercanos,
otros más alejados. Nos interesamos por construcciones industriales que quizá
en este contexto no –procedan- pero en lo que realmente sí ponemos énfasis es
en los parques; zonas verdes distribuidas por el municipio y una observación
por parte de quien nos ha ido desmenuzando poco a poco todos estos detalles: la
parte de Seseña industrial que es contigua a la zona residencial está surcada
por dos zonas verdes muy bonitas que difuminan lo que pudiera sentir algún atisbo
de contaminación acústica.
Hablamos del barrio de “la
estación”. Una estación de tren que por el momento no funciona y que –a simple
vista- pasa desapercibida como espacio arquitectónico de relevancia que pudo ser en su día (quizá una opinión muy
personal).
En los dos núcleos
principales se levantan dos iglesias. También una ermita. Y para finalizar, una
curiosidad: ¿cómo sería una Iglesia en el “Quiñón” para alguien que –sabe de
planos y arquitectura?: “Estilo tradicional; de ladrillo rústico”…Esa fue su
respuesta
Y, de antemano, la gratitud de quien redacta por permitir a Jesús B. que escribiera esta breve charla informal durante la visita a los chavales del CEIP Gabriel Uriarte
Y, de antemano, la gratitud de quien redacta por permitir a Jesús B. que escribiera esta breve charla informal durante la visita a los chavales del CEIP Gabriel Uriarte
Estación de Seseña:
(Extraída del blog: http://abandonoyenruinas.blogspot.com.es/2011/03/estacion-de-sesena.html)
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