jueves, 10 de mayo de 2012

Toledo I parte


Toledo de la luz  y del color, del misticismo y lo contemplativo, hercúleo como el granito; magnánimo de las artes y las letras.  Franqueados por el cerro del Bú y bordeados por el Torno del Tajo nos dejamos impresionar desde la misma plaza del Zoco; Zocodover con la única amenaza efectiva de que quizá, las nubes pudieran cambiar nuestros planes.
Comenzamos nuestra visita desde el Alcázar mostrándonos una arquitectura estructural y ornamental que bien podría evocar la grandeza de la literatura, de los libros, de la historia. La escalinata es premonitoria de lo que podremos encontrarnos a lo largo de nuestro recorrido; la ciudad cosmopolita y multicultural como bien pudimos   descubrir después nos sorprende con una  turista oriental que necesita orientarse, en este caso al paso de la biblioteca de Castilla La Mancha. Allí comienza el primer contacto con los que serían después nuestros guías, sucesores de templarios, conocedores de la historia de Toledo y sobre todo dispuestos a afrontar un maravilloso reto: hacer felices a más de cinco decenas de gabrielitos que, con la  venia; han decidido llenar la ciudad con su alegría, expectación, alborozo y por supuesto, su interés por lo que nos van a enseñar. 


Comenzamos nuestra andadura hacia las cuevas de San Miguel dejando a la izquierda este cobertizo tan recóndito:

Es evidente que desde esta perspectiva no podemos divisar el secreto de su torre ni tampoco la belleza que descubre en la otra cara. Gabrielitos casi no se dieron cuenta porque realmente lo que nos esperaba era sin duda,  una emocionante entrada a un mundo de fantasía  donde lo real-mente relevante es la geología "viva" que aún permanece en la cueva. Fascinados al completo por esa mezcla de mitología y la leyenda, el cuento y la imaginación. Aquí también hay un pero, pero esta vez no con -pera- más bien con; ¡qué sorpresa más enorme! para los que no solemos verlo con asiduidad: un limonero:



Y entre granitos, caliza encontramos al lobo y a un bombero cantando juntos una canción. Y algo muy interesante que a algunos ni se nos pasó por alto y además nos pareció de máxima importancia; vestigios de un antiguo alfarero


 Salimos de la cueva muy contentos por todo lo que habíamos descubierto dentro:

Retomamos la calle de nuevo, gabrielitos se convierten en periodistas y se sumergen en la reflexión de todo lo vivido dentro de la cueva. Alguien mira hacia atrás y encuentra un cuadro de cerámica muy especial, ¿qué será?:


...nos dan la orden de que comenzamos de nuevo la marcha y en una cuasi-fila india comenzamos de nuevo a caminar comentando principalmente todo lo acontecido anteriormente e impregnando de bullicio callejones, callejuelas estrechas :
http://www.leyendasdetoledo.com/index.php/articulos/oculto-y-misterioso/72-qel-reino-de-satanas-en-la-noche-toledanaq-el-diablo-y-toledo.html




Casi, casi en la catedral, aún no sabemos muy bien dónde nos conducen nuestros magníficos guías. Encontramos un pequeño reducto donde poder esparcirnos, recordad que aún somos pequeños y por tanto no podemos pasar mucho tiempo en fila india, ni "en formación", aunque nos portamos muy requetebien.

¡Qué preciosidad!, parece que pone "Posada de la Hermandad"; ¿qué habrá dentro?, ¿por qué nos traen aquí. Sin duda alguna se trata de un edificio que parece albergar una exposición con la que no contábamos en nuestro viaje. De repente nos invitan a pasar a un hall que más parece sacado de un palacio de cuento aunque después descubrimos que seguramente algún día la justicia  habría hecho justeza:

si bien es verdad que nosotros, en concreto, lo pasamos literalmente "en grande" convirtiéndonos por momentos en pasto de inquisidores. ¿Os imagináis qué de historias podremos después contar cuando recordemos estos momentos?.
continuará...

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